Los modelos de financiación de las administraciones publicas en España empiezan a parecer de una película de los hermanos Marx. Y aunque no es un tema fácil de solucionar, deberían volverse estables en el tiempo y menos caprichosos en su aplicación. Por no hablar de más eficientes en su gestión.
La discusión de como repartir el dinero público es siempre complicada, las partidas para adjudicar son golosas y nadie quiere perder su parte del pastel. lo lógico sería fijar unos principios objetivos de reparto de este dinero, que permanecieran inamovibles en el tiempo. Pero en base a qué?
Dejaremos a un lado la eficiencia de este gasto, para centrarnos solo en como se repartirá el dinero. A nivel cualitativo el reparto del dinero entre las comunidades autónomas y ayuntamientos debería responder a tres principios objetivos:
- Superficie de la zona a financiar: Lógicamente a más superficie, mas infraestructuras, necesidades y gastos
- Población: Es indudable que muchos de los gastos tiene que ver con la gente que vive en la zona a financiar.
- Productividad: Este es un tema más delicado. Pero creo que algo tendrá que depender de lo que la zona es capaz de generar, porque si no, a tumbarse y a vivir del resto.
Sin embargo no se me escapa el razonamiento de que es necesario un criterio de convergencia de las zonas pobres hacia las más ricas (nunca al revés). Pero este sería el punto mas discutible. Creo que su aplicación tendría que ver con un tanto por ciento de dinero que se adjudicaría de menos a las zonas más ricas para convergencia de las zonas más pobres. Entrare en ello más tarde.
Para el reparto de este dinero se tendrían primero en cuenta los tres principios declarados anteriormente, en los que habría que hacer un estudio serio del peso de los mismos, en cuanto a Superficie y población. Pero la parte de productividad debería no ser menor del 25%.
Con este dinero habría que financiar todo lo que el estado deriva en sus administraciones locales, más lo que el estado gasta como estado central en esa zona. Sobre las cuantías y coberturas de este gasta hablaremos otro día.
Es importante señalar aquí, aunque también necesitaría un desarrollo completo, que estas administraciones locales no pueden tener capacidad ninguna de endeudamiento. El dinero a gastar es el dinero que se le distribuye desde el estado central. Par poder controlar los desmanes públicos y tener un único responsable.
El criterio de convergencia se se aplicaría a los dos primeros criterios de reparto, de tal manera que si al más rico (PIB) le corresponde X dinero por m2 más Y dinero por habitante, le retiraremos una parte (un tanto por ciento de ambos, no significativo, para aumentar las cantidades que corresponden al más pobre y así sucesivamente.
El criterio de productividad debe estar ligado a cuanto a producido con lo que se le ha dado, no en términos absolutos si no relativos, para que no se vaya por este criterio, lo ganado por el de convergencia.
Estos criterios pueden sonar vagos, están poco definidos a nivel cuantitativo, y muy matemáticos. Su desarrollo concreto exige un estudio fuera de nuestras posibilidades. En cuanto a que sean muy matemáticos, lo considero una ventaja. Los podrían volver estables, serían claros y sin discusiones y además serían más justos. no dependerían de quien tiene que agradar a quien.
Los ciudadanos demandan ya que las cuentas publicas sean claras, justas y equitativas entre territorios y esto dejaría a los políticos sin la posibilidad de mangonear y repartir nuestro dinero a sus amigos o enemigos. Esto sería más justo para nosotros y más problemático para ellos, pero si no les gusta... que se jodan!
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