La salida de la crisis es lo que trae de cabeza a los gobiernos del mundo entero, a las empresas, a los economistas, a los bancos y sobre todo, al ser los verdaderos damnificados a las familias y a los individuos. Cada uno tendrá su teoría, cada unos sus culpables. Para mi, salir de la crisis conduce obligatoriamente a la consecución, ordenadamente pero sin pausa de tres pasos principales que describiré todo lo bien que pueda. Pero antes, de donde venimos? porque estamos aquí? que es lo que hicimos mal?
La crisis se produce, principalmente, como resultado de la explosión de la burbuja creada por la facilidad de crédito, que hace que particulares, empresas y estados se vieran endeudados por encima de sus posibilidades, creando una forma de vida artificial a la que nos esta costando renunciar.
Esta burbuja creada por un exceso de financiación barata crea burbujas en varios sectores. Principalmente en la construcción, pero también en el crecimiento artificial de empresas de todo tipo, y en la forma de vida de las familias.
El exceso de financiación y su precio artificialmente reducido son culpa, principalmente, de los culpables de todas las crisis financieras que se conocen, del gran mal de nuestros tiempos desde principios del siglo XX, aunque algunas veces actuaron con anterioridad. Los bancos centrales.
Cuando la economía de un país o entre países se deja en manos del libre mercado, con las regulaciones necesarias, tenemos que asumir que las cosas valen lo que la gente quiera pagar por ellas. Cualquier alteración artificial del precio de algo, creara una anomalía de la que se aprovecharan algunos y que nos costará dinero a casi todos. Un ejemplo:
Cuando se crearon las ayudas al alquiler de la vivienda se provocaron dos efectos inmediatos: el acceso al mercado del alquiler de personas que no podía permitírselo con anterioridad, a costa de los impuestos del resto, y el mayor poder adquisitivo de las personas que si podían permitírselo, pero si que entraban dentro de las características propuestas para conseguir la ayuda, incluso a base de fraude.
Las consecuencias de esta alteración del mercado son tres. La primera, la subida inmediata de la demanda de viviendas en alquiler, y por lo tanto la subida de los precios de los alquileres. Esto provoca una segunda consecuencia, de nuevo, incluso con la ayuda, algunas personas (las más desfavorecidas, las que sería más lógico ayudar) vuelven a quedarse fuera de la posibilidad del alquiler. Y además se provoca una segunda zona de exclusión, la gente que de verdad suele sufrir este tipo de medidas en sus carnes. Todos aquellos que de verdad están en el límite económico para recibir la ayuda, a los que el estado declara no aptos para la misma por muy poco margen, ven como los precios suben y se quedan fuera, no reciben la ayuda y ademas sus impuestos van a que otras personas si las consiguen. Paradójico. A pesar de que parecen muy buenas ideas, este tipo de subvenciones son muy injustas, siempre. Porque además producen unos grandes beneficiados, que consiguen dinero del estado a través de estas subvenciones y que no lo merecen. Los grandes propietarios de casas en alquiler. Ricos que se hacen más a través de las subvenciones. La realidad es que esto siempre pasa con cualquier medida de este tipo.
Bien, pues aplicado esto a la introducción de anomalías en el sistema económico internacional, podemos ver por donde van los tiros.
En un sistema financiero libre perfecto, no en el sentido de que no podáis proponer uno mejor, si no en el sentido de no tener anomalías que lo destruyan, los estados deben emitir moneda como reconocimiento del deposito de algún bien tangible en sus arcas. Solo dos posibilidades han resultado aplicables en la realidad. Contra oro o contra divisas. Y esta debería ser la única función de un banco central.
El dinero debe emitirse e introducirse en el mercado. Pero no puede considerarse al Banco Central Europeo, a la Reserva Federal o cualquier otro banco central un prestamista de último recurso. Cuando un Banco Central fija de forma artificial el precio del dinero se producen anomalías en los mercados. Ya sea porque este es demasiado alto o demasiado bajo, creando burbujas y depresiones cíclicas que la economía mundial no puede absorber. Son crisis falsas, provocadas, para el beneficio de los que toman estas medidas. No son crisis reales que provengan de falta de recursos, desastres naturales o guerras, que son las crisis que la humanidad conocía hasta entrar estas entidades en funcionamiento.
Si las entidades bancarias o crediticias necesitan financiación que recurran a otras entidades y negocien por ese dinero. De esa forma el precio del dinero lo fija el mercado. Cuando una entidad esta muy endeudada no se puede endeudar más porque le sale muy caro. Y lo mismo pasaría con estados o familias, no creando burbujas y regulándose solo. He intentado explicar este concepto de forma resumida, espero que se entienda.
Bien, cuales son los pasos que España debe seguir para salir de la crisis entonces?
Lo primero es un control de la escalada de la deuda, tanto a nivel privado y de las entidades financieras, como a nivel público. La razón no hay que buscarla en un excesivo endeudamiento del estado, este es el error de los que están en contra. La razón hay que buscarla en el mercado del dinero. El mercado de prestamos, en cualquier crisis, se contrae, es decir, hay menos dinero disponible para prestar. Esto significa que cualquiera que acuda a el paga más por este dinero. Si ademas sumamos a este mercado las dudas sobre que España pueda devolver el dinero, el mercado de prestamos se endure tanto que cada vez se paga más por lo mismo, y esto crea una espiral destructiva que lleva al impago. Por eso no podemos seguir pidiendo dinero prestado.
Donde esta el limite entonces del endeudamiento del estado? Eso es algo que lógicamente no tiene una cifra, aunque algunos expertos podrán especular sobre el. El estado debe reducir el déficit rápido mientras la prima de riesgo este estable por encima de los 250 puntos. Y reducir el déficit a cero, de forma más moderada, cuando se encuentre establemente por debajo de esa cifra. Es por pura matemática. un endeudamiento pagando mas del 4 por ciento por los prestamos es destructivo.
Es decir, tenemos que ver recortes muy duros, acompañados de todo tipo de medidas para recaudar de forma más eficiente y meter en la cárcel a los defraudadores. Como ejemplo. Esto es garantizar el estado del bienestar de forma realista, no condenarlo a una decadencia infinita.
Si estas medidas se aplican bien y de forma potente, el ajuste puede ser corto. En las previsiones que yo he leído, hasta principios del 2013. Entonces entramos en la segunda fase. La del ajuste suave. El estado debe empezar a liberar partidas de inversión pública para poner en marcha la economía. Mientras sigue reduciendo poco a poco y sin prisa el déficit, que debe ser por norma cero o incluso negativo, para ir devolviendo lo que se debe.
Para esta fecha el estado debe haber acometido todas las reformas para el cambio de sistema. Esta claro que el que tenemos no funciona. Estas reformas pasan porque todas las organizaciones pasen a autofinaciarse, nada de dinero para sindicatos, partidos, organizaciones políticas, iglesias, grupos... Que se financien de sus afiliados o feligreses, el resto es un fraude al estado. Pasan además porque no exista nada absolutamente gratis. Cuando algo es gratis se abusa de ello hasta hundir al que paga. No puede ser gratis para nadie los medicamentos o los servicios sanitarios. Aún así hay que ser consciente de que la seguridad social, como sistema de protección médico para todos, debería ser intocable. Entonces como?
La seguridad social debe volver a centralizarse, para asegurar a todos los ciudadanos la misma atención. Las personas, según su nivel de renta, y no por su edad u otro tipo de razones, deben pagar cantidades, que no pasaran en muchos casos de ser simbólicas, por la atención sanitaria. No vale ir al médico a pasar el día, o llevarse tres cajas de aspirinas para un dolor de cabeza.
Aquellos con rentas bajas deberán pagar, por ejemplo, 10 céntimos por una consulta o un 10 por ciento de los precios de sus medicamentos. Los que tengan rentas más altas, deberán pagar 5 o 10 euros por una consulta, y al menos un 60% del precio de los medicamentos. Deberemos excluir de todo esto a los enfermos crónicos o con enfermedades diagnosticadas muy graves como SIDA o Cáncer.
Privatización de todos los centros sanitarios que sean susceptibles de ello, y control de sus licencias por parte de inspectores médicos (este sistema funciona muy bien en Alemania, y tienen una sanidad mucho mejor que la nuestra). Hablo de la privatización del centro, no del pago por parte de los pacientes, a los que la seguridad social cubrirá como un seguro, sus facturas médicas.
En el caso de la educación, la implantación del cheque escolar para la libre elección de centro, la necesidad de inspectores educativos para obtener las licencias por parte de centros privados, y la implantación de revalidas cada fin de ciclo para controlar que los alumnos tienen un nivel adecuado para continuar. Si un centro presenta un número excesivo de alumnos aprobados que terminan suspendiendo el examen general, deberá perder su licencia. En este caso no creo en la privatización de los centros públicos de enseñanza, deben existir modelos de lo que queremos hacer y de que es lo mínimo que un centro privado debe presentar.
Terminar la reforma del sector financiero, desapareciendo todas las participaciones estatales de las cajas, fusionando las que hagan falta y haciendo una ley que deje claro que los bancos que necesiten ayuda para continuar la recibirán, a partir de terminar de reformar el sistema financiero, a cambio de una intervención y control estatal, para sanear y volver a privatizar, pero que lo normal será dejar caer a a las entidades financieras mal gestionadas, como caen otros negocios. Manteniendo en al menos 100.000 euros el fondo de garantía de depósitos. Por supuesto, prohibir por ley que dinero público sirva para sanear entidades privadas, sin que sus dueños declaren la quiebra y pierdan sus acciones.
Por ultimo, las comunidades autónomas y ayuntamientos deberán someterse a una ley de déficit cero estricta. Las administraciones no deben gastar un euro más del presupuesto que se les concede al principio de cada ejercicio. Un alcalde o presidente que vulnere este principio deberá cesar de inmediato. Reservaremos al estado central la posibilidad de endeudarse, con un límite claro, con control parlamentario estricto y siempre por motivos excepcionales.
Estas son las medidas principales a ejecutar durante los dos primeros pasos, que conducirán a un tercero mucho más amable. El haber reducido el déficit y recuperado la confianza en la marca España, llevara a la consolidación de todas estas medidas, replanteando las competencias que el estado debe manejar y reduciendo los impuestos. Eliminando el impuesto de la Renta, el impuesto del Patrimonio y el Impuesto de sucesiones. Aumentando razonablemente el IVA y poco a poco reduciendo los impuestos sobre las energías, que tanto están lastrando el crecimiento de este país. Se recauda más cuando se produce una presión impositiva menor y se deja que el dinero circule.
Esto producirá un cambio de modelo. Que dejará en manos de la iniciativa privada más ámbitos de negocio y más dinero circulante, provocando un crecimiento real y no sostenido por falsa burbujas, que podrá ser estable y duradero.
Este es nuestro trabajo. Por otra parte la Unión Europea, si quiere mantener una moneda única, deberá avanzar hacía una unión política que la sostenga, y por el camino, eliminar casi todas las competencias del Banco Central Europeo y volver paulatinamente a un patrón oro que cree una moneda estable y de referencia. Por el camino existirán países que tendrán que salir de este sistema. Y lo importante es luchar para no ser uno de ellos.
Es un camino duro, pero es el único que garantiza que no entramos en una crisis en espiral infinita, o en el mejor de los casos, en un estancamiento cíclico de la economía con periodos de crecimiento exiguo el PIB y periodos de recesión continuados. Hay que poner hoy las piedras que sujeten todo mañana. Los cimientos que tenemos no sirven, y no nos sujetarán más tiempo.