Bueno, pues una vez oído gritar a unos y otros todo tipo de improperios y mentiras, de ver como se radicalizan cosas de forma orquestada solo por crear un clima favorable, de no entender muchas cosas, y de terminar entendiendo, a base de golpes contra la pared otras esta es mi valoración final. Un adelanto: NO os va a gustar.
- Si España es una democracia, o al menos, si quiere serlo, uno de los pilares básicos es la libertad de culto. Para que exista libertad de culto son necesarios tres aspectos básicos:
1.- Qué el que quiera creer en algo crea y que el que no, pues eso que no crea, pero que ambas posturas merezcan el mismo respeto.
2.- Que las personas que quieren practicar una religión lo puedan hacer sin miedo, siempre que se atengan a las leyes y sobretodo a la constitución
3.- Que el estado se ponga del lado de los acosados, y claramente en contra de los acosadores.
Pues bien, durante estas jornadas, ninguno de estos tres preceptos se ha cumplido. Se puede insultar, escupir, gritar, convocar manifestaciones ilegales, tirar piedras, mear en botellas y lanzarlo contra niños de 13 años, solo porqué quieren venir desde Canadá a ver al papa. Algunos manifestantes llevaban piedras, palos y hasta látigos para que los creyentes se flagelaran o hacerlo por ellos.
En una serie de entradas en los distintos blogs en los que comento o leo, he discutido con Jesús, del blog: Corriente Propia, muy interesante, no os lo perdáis, acerca de que respeto merecen las creencias de alguien y hasta que nivel podemos criticar. Pues bien, como reconocí en el último comentario de mi estrada titulada RESPETO! Jesús tenía razón.
Una vez que se pierde el respeto a la gente se comenten barbaridades que hemos podido presenciar y que son dignas de la mayor repulsa.
Además, el estado debe garantizar que la gente que se desenvuelve en paz, tenga paz, y no sea perturbada por mucho borrego al grito de profesionales antisistema, pagados para el asunto.
Es cierto que en un par de ocasiones o más, la policía se ha extralimitado, y que tiene que ser investigado y si es necesario juzgado, lo he denunciado en este blog. Pero una vez que los datos son claros, el nivel de stress que el estado ha obligado a aguantar a los profesionales del orden en España es lamentable.
Los datos son escalofriantes, con turnos de 16 horas durante 4 días consecutivos, con orden de aguantar y no actuar, todos hemos visto imágenes de esta basura meando en las botas de los agentes. Escupirles, insultarles, empujarles, para provocar caos. Repito, son profesionales del caos cobran por provocarlo.
50 agentes de la unidad de intervención han sido atendidos en los hospitales por causas graves, puntos brechas y hasta uno lleva 4 operaciones de maxilofacial por el impacto de una litrona de cerveza llena que le reventó en la cara. De los manifestantes-profesionales-borrego, ninguno.
Un país no puede permitir que 300 profesionales de la violencia cerquen una ciudad entera, porque no les gusta lo que pasa dentro.
- Si hablamos de financiación, lo poco que haya salido de las arcas del estado queda devuelto en impuestos de los comerciantes y hosteleros, que no hay más que ver sus informes para saber que esto deja ganancias.
- Y si hablamos de religión. Pues más de lo mismo, una iglesia católica fuera del mundo, con una pretensión de santidad pedida, pero no demostrada. Un alarde de poder que bien se podía haber realizado en Eritrea o en Somalía, un ancla en el pasado contra el matrimonio homosexual o el condón... más de lo mismo, conmigo que no cuenten.
En resumen, no podemos seguir permitiendo que cierta gente, por llamarse a si mismo progresista (son más de la clase conservadora stalinista) pueda imponer cuando hay orden y cuando no, cuando algo es bueno hacerlo y cuando no, y que se puede pensar, creer, vestir o comer. Si no les gusta lo que hacemos los que no nos metemos con nadie, que se vayan a la mismísima mierda (que digan que van de mi parte que ya he mandado allí a unos cuantos)