Hace unos cuantos días, desde que el BCE dedicó 22.000 millones de euros (se dice pronto) a comprar bonos de los países en apuros, que los mercados están más o menos calmados. El problema de las cifras de este nivel, es que aunque todas suenan a mucho, no hay forma de saber realmente que son.
Sobre los 22.000 millones, solo dos datos que pueden impactar. Es la cifra más grande, con diferencia, de las invertidas en deuda soberana por el BCE en una sola semana, en toda su historia. Y sobretodo, y aquí viene el dato más extraño, es dos veces largas la cantidad que se exige a España recortar del déficit por los expertos, para acabar con la inestabilidad de sus bonos en los mercados secundarios de deuda.
Aún así, la magnitud de este tipo de intervenciones (que a la larga siempre son perjudiciales) provocan dos efectos poco deseables.
El primero es que la introducción en el mercado de un valor tan distorsionador del precio real del bono a 10 años crea una falsa ilusión de seguridad en el mercado a corto plazo, haciendo bajar artificialmente su precio, y por lo tanto, en cierta parte timando a los inversores en deuda, que cobran por su inversión un precio más bajo del real del mercado. El BCE no entra a las subastas en precios bajos porque considere ese su precio real en virtud del parámetro inversión-prima-riesgo, el BCE entra artificialmente bajo con la intención de mantener a la fuerza precios bajos en la colocación de la deuda.
El segundo efecto. Un poco menos a corto plazo, pero sería exagerado hablar de largo plazo y un poco optimista hablar de medio, es que el mercado pierde esta liquidez muy rápido y pronto hace falta más. El BCE, es una entidad que en si no existe. Que significa esto? Que cuando se dice que el BCE ha adquirido deuda por valor de 22000 millones de euros, a que no adivinan quien ha comprado esa deuda? Exacto, todos nosotros.
Es decir, estamos comprando deuda de países en problemas, de forma obligada, y a precios muy bajos que no hacen atractiva la inversión. Y eso, como no puede ser de otra manera, sale de los bolsillos de los que pagan impuestos.
Esto lleva a la retirada, cada vez más salvaje, de toda posibilidad de liquidez por parte del ciudadano y de las empresas. Por un lado se le cuecen a impuestos, retirando su posibilidad de inversión, consumo y liquidez para afrontar la crisis, por otro lado, el estado sigue gastando y gastando, a través de deuda, que perpetua esta falta de liquidez por generaciones. Además esto crea el efecto colateral de retirar casi todo el dinero disponible para créditos porque el estado necesita financiación y el dinero de las entidades crediticias no es ilimitado.
Para los expertos en burbujas, creadores de falacias sobre la especulación y los beneficios del déficit, una pregunta: Que ocurre cuando estalla una burbuja de crédito hinchada con intervenciones supraestatales?
Si no llegáis aún a la conclusión de que cuando un país, empresa, familia o persona entra en crisis, su solución es gastar menos, la siguiente vez voy a tener que haceros un dibujo :)
4 comentarios:
Falsa ilusión de seguridad a corto plazo, de acuerdo: patada a seguir sólo a la enorme bola de nieve de la Deuda.
Saludos blogueros
El problema de los eurobonos es que son a corto plazo. A largo se debería de crear un gobierno europeo común en lo fiscal, presupuestario, económico, social, y político. Unos verdaderos EEUU de Europa.
Don Jose Antonio, exactamente eso. Falsa ilusión convertida en bola de nieve. A ver contra quien para, aunque esto es así: Siempre para contra los mismo, y luego no entienden porque.
Las consecuencias de una deuda excesiva siempre las pagará la clase media, media baja. Pero suelen ser los que más defienden este sistema.
un abrazo
Totalmente de acuerdo Jesús, no se puede tener una moneda común sin una política común a todos los niveles. Porque el necesario es el fiscal-presupuestario, pero no se puede independizar esto del resto.
Un abrazo
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