La crisis va evolucionando. Haciéndose cada vez más grande. Devorando todo. Pero solo a posteriori los políticos y analistas son capaces de explicar esta evolución.
Empezamos con una crisis, llamada de las subprime, que afectaba a algunas entidades crediticias americanas, que habiendo concedido prestamos hipotecarios a personas y entidades sin garantías suficientes de pago, habían intentando rentabilizar esa deuda colocándosela a inversores de todo el mundo, con el beneplácito de los mayores delincuentes de esta crisis (sin contar con los políticos claro, que son de un nivel muy por encima de lo que alcanzamos los humanos comunes) que son las agencias de rating.
Estas agencias de rating, sabiendo que los productos eran basura, como se dice hoy tóxicos, las calificaron como AAA (porque no hay un nivel mayor) para que se pudieran colocar.
Por Europa mientras tanto, como quien oye llover. A nosotros no nos afecta (como si las entidades financieras europeas, sobre todo en algunos países, no llevaran años haciendo lo mismo y ademas comprando las de los americanos). Empiezan a quebrar entidades en USA y aquí se critica el modelo. Como si no fuera el nuestro. Cuando las entidades financieras americanas (las más grandes del planeta) se meten en dificultades, tres fenómenos paralelos ocurren en el mundo, que llevan a la catástrofe.
El primero es que las empresas americanas se quedan sin financiación y empiezan los despidos y las quiebras. El segundo es que los bancos de medio mundo han comprado estos activos tóxicos y los tienen contabilizados como AAA (es decir, como si fuera dinero en efectivo, de los seguros que son). El tercero y más importante a fecha de hoy, los países que ven como la crisis va a parar sus economías comienzan a gastar más y a recaudar menos.
Y aquí, en este punto, es donde la crisis pasa a ser mundial, y donde además se vuelve cíclica y retroalimentada. Los activos son tóxicos, si, pero no significa que no sean monetizables, mientras la gente vaya pagando sus deudas en su mayoría. Pero al haber producido una crisis de financiación, algunas empresas empiezan a despedir gente, que deja de pagar sus casas. Estos prestamos impagados hacen a los bancos provisionar dinero por si vienen más, dinero que desaparece del mercado de deuda, y la financiación sigue bajando. La gente no puede obtener créditos y el consumo cae por los suelos, con lo que más empresas cierran y más gente va a la calle. Eso son más hipotecas impagadas... No sigo no?
Como siempre, los Estados, en paralelo a esto, empiezan a endeudarse, y por lo tanto a retraer más dinero del mercado de deuda, los intereses suben, las empresas no se financian, no hay créditos personales al consumo, más gente va a la calle, más empresas cierran, más hipotecas impagadas... otro circulo conocido.
Además se produce el tercer circulo conocido, cuanto más debes, como estado o particular, más difícil es conseguir prestamos. Más difícil suele significar más caro. Y eso es lo que esta disparando la prima de deuda (y todavia, día tras día, alguien me dice que el déficit cero es un error).
Y aquí es donde estamos. Yo creo que ahora esta es una crisis política. Nuestros dirigentes no dirigen, no atacan el problema y van a remolque, tarde y mal.
O se monetiza la deuda suficiente para estabilizar el mercado (en la practica es una devaluación brutal del euro) hasta que el euro se coloque en su valor real hoy, y a partir de ahí se crean eurobonos a la vez que un gobierno europeo, con competencias económicas plenas y reales sobre presupuestos, impuestos, deuda y financiación, o nos olvidamos de crecer por décadas.
O se actúa en este mes y el siguiente. O nos olvidamos del sueño europeo y de liderar la economía mundial.
O entendemos que la gente en recesión pierde privilegios o tendremos que quitarnos la comida unos a otros para sobrevivir.
O se hace ahora, o no se podrá hacer nunca
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